Estos últimos días, hemos estado hablando mucho sobre grandes olas de despidos que están afectando a una parte importante de la industria tecnológica. Esta noticia no es como esas: aquí no hay recortes de plantilla ni miles de despidos, sino una sola persona a la que se la echó por no querer sacrificar a miembros de su equipo ciegamente. Hoy toca hablar de cómo Blizzard ha despedido a Brian Birmmingham, ingeniero jefe de World of Warcraft: Classic.
Todo empezó con una política de empresa que se instauró durante 2021 y que ha tenido a más de uno con la ceja arqueada. La llamada stack ranking es una orden directiva que obliga a los jefes de equipo a dar malas calificaciones de rendimiento a, al menos, un 5% de la plantilla. Se la merezcan o no, esto, en teoría, incentiviza a quienes menos hacen a trabajar más duro, pero puede tener consecuencias muy negativas, como recibir menos dinero a la hora de repartir beneficios, e incluso privarlos de conseguir ascensos a largo plazo.
A Birmmingham no solo se le ordenó seguir esta práctica, sino que se le dijo que debería llevarla en secreto, sin contarle a nadie en Blizzard por qué tendrian evaluaciones negativas sin merecerlas. Ante esto, el ingeniero jefe del proyecto decidió que no quería ser partícipe de esta nueva política de Blizzard, amenazando con irse si hacía falta. Parece ser que desde arriba se han tomado esto muy en serio.
Según ha informado el portal financiero Bloomberg, Brian Brimmingham, ingeniero jefe de World of Warcraft: Classic ya no trabaja en Blizzard. Cuando dijo que iba a dejar el trabajo para protestar esta medida, fue directamente despedido por el estudio de videojuegos. Pero, ¿por qué quejarse ahora cuando la medida fue aprobada hace un par de años?
Al parecer, desde las altas esferas de la multinacional millonaria se están poniendo duros con el stack ranking. Hasta ahora, los jefes de cada departamiento estaban pudiendo eludir esta práctica, incluso llegando a intentar ponerse a sí mismos esas evaluaciones negativas y ahorrárselas a los empleados. Ahora, parece que las excusas se acabaron y los jefes quieren un seguimiento a rajatabla.
Según ha comentado el propio Birmmingham a través de su cuenta personal de Twitter, parece ser que esto proviene del conglomerado ABK (Activision Blizzard King), con lo que las órdenes tendrían origen incluso por encima de Mike Ybarra, CEO de Blizzard. Birmmingam ha sido tajante en sus declaraciones, diciendo que estas prácticas están destruyendo la creatividad del equipo y permitiendo a la empresa robarles dinero a los empleados. Mientras tanto, alenta a otros jefes a plantar cara también, aunque él ya no esté dentro de la compañía.
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