Nuestros 8 volantes favoritos para juegos de carreras: gana un extra de realismo en tus videojuegos

Si hay algo en los que los videojuegos destacan, es en la capacidad que tienen para abstraernos del mundo que nos rodea para llevarnos de la mano a otros mundos, espacios y situaciones. Es por esa razón por la cual se valora tanto en nuestro medio la inmersión, así como la razón por la que los desarrolladores hablan de kinestésica, sensación de juego y tantos otros términos que al grueso del jugador se le escapa en descripción, pero vive cada vez que juega.

Uno de los géneros que mejor entiende el lado más físico de la inmersión es el de los simuladores, con los simuladores de conducción como gran abanderado del género.

Estos títulos no se centran tanto en los elementos comunes del medio, como en ofrecer la experiencia más fidedigna posible con respecto a los vehículos, localizaciones y particularidades reales, algo que les ha valido una entusiasta comunidad en torno a ellos, una comunidad más que dispuesta a disfrutar de estos títulos de la mejor manera posible.

Es aquí, en esta búsqueda de la fidelidad, donde entran los periféricos especializados; herramientas creadas a medida para esta clase de títulos, y cuyo objetivo es el de añadir una capa física a la inmersión de la que hablamos más arriba. En este texto vamos a hablar de ellos, concretamente, de los volantes para simulación y los equipos asociados a ellos.

Añadiendo una (costosa) capa adicional de fidelidad

Si echamos un vistazo al mercado de los volantes de simulación, nos sacudirá con una oferta tan amplia como especializada. De un accesorio inocente con el único objetivo de simular la forma de un volante, a auténticas réplicas de volantes de competición reales, pasando por todos aquellos especializados en otros vehículos motorizados. La idea general es la misma: añadir una capa física al control, pero el modo en el que se hace puede ser muy distinto.

Por esta razón, es imprescindible tener en cuenta qué grado de fidelidad buscamos, cuanto podemos gastarnos en adquirirlo, y las características que hacen de cada modelo una opción interesante dentro de su gama. Sobre esto último, para nosotros lo ideal es tener en cuenta lo siguiente:

• El motor de Force Feedback es el "alma" de este periférico. Es el motor háptico encargado de representar las sensaciones de resistencia y dureza de un volante real afectado por la fisicalidad de su tracción. No hay un marco concreto de actuación para estos motores y cada juego los usa de una forma particular, pero, estos sistemas suelen dividirse entre motores clásicos DriveForce, los BeltDrive o motores de cinta, y motores Direct Drive, los de más alta gama.
• La construcción del volante es una parte esencial de este periférico. Unos buenos acabados encarecerán enormemente el precio del modelo, pero ayudarán a hacer de él un puente más sólido y cercano a su equivalente real. Optar por cuadros metálicos, cuerpos de fácil desmontaje, o agarres reforzados es algo para tener en cuenta. Modelos más caros tendrán acabados en cuero en el volante, o metales pulidos en palanca y cuerpo.
• Los accesorios asociados al propio volante, como lo son los pedales, marchas, agarres y sujeciones, e incluso los asientos con zonas de acoplamiento para ellos, son un añadido casi indispensable para mejorar las sensaciones de uso. Si nuestra intención es el juego casual con un volante tal vez no debamos tener muy en cuenta este apartado, pero cuanto más invirtamos, mejor querremos que sea el espacio en el que se instala el periférico.

Por supuesto, todo esto entra a colación sólo si queremos hacernos con uno de estos periféricos y entrar al mundillo de la simulación; la mayoría de los títulos del mercado no requieren de este tipo de configuraciones, o directamente no las aprovechan, mientras que otros títulos, como por ejemplo RaceRoom, están totalmente pensados para ellos. Es indispensable pararnos a pesar qué juegos de este género jugamos normalmente, y si nos interesa realizar esta inversión, tanto de dinero, como de espacio físico en nuestro hogar, antes de nada.

Nuestros modelos favoritos

Llegamos por fin a la lista de recomendaciones. En ella vamos a encontrarnos modelos de todo tipo, contemplando muchos de ellos gamas totalmente distintas; pero todos ellos recomendados dentro de su rango de precios. Están dispuestos en función de su coste, del más barato a más caro.

Hori RWA

El único modelo sin Force Feedback de la lista, así como el más barato que encontramos en ella. Este volante de Hori es "lo mínimo de lo mínimo" que nos atrevemos a recomendar si buscamos un volante para simulación, y sólo si nuestras intenciones son más el mejorar las sensaciones de uso de una experiencia arcade, que el simular conducción de forma más seria.

Aún así, el combo de volante y pedal de Hori cuenta con unos muy buenos acabados por su precio, con un volante de 280 mm con una buena tracción de movimiento, con vibración asistida, y con toda la botonera que podríamos necesitar tanto en consolas PlayStation (para las que ha sido construido originalmente), como en PC.

La gama más baja que puedo recomendar con tranquilidad, para aquellos que sólo quieran tener el factor de forma del volante al jugar, y hacerlo sin mayores pretensiones, pero que dicho volante sea, dentro de su gama, lo mejor posible.

Thrustmaster TMX PRO

La versión "PRO" del TMX 150 de Thrustmaster, un volante fantástico por su precio, tanto a nivel de acabados, como por funcionalidad, pero a la que su pedalera le juega una mala pasada; un problema totalmente solventado con esta versión de dicho periférico.

Con motor Force Feedback 900º de la marca, pedales con resistencia ajustable, unos buenos acabados tanto en el volante, como en la base del periférico, y compatibilidad total con PC, esta es, con permiso de nuestro siguiente recomendado, la opción ideal para principiantes en este mundillo.

La versión mejorada del TMX 150 es una excelente opción para principiantes que quieran un combo de volante y pedal que verdaderamente aporte algo nuevo a sus sesiones de juego. El motor FF de Thrustmaster es bastante competente por su precio, uno que aún se aleja de las opciones verdaderamente caras de este mundillo, pero que ya da todo lo básico para disfrutar de él.

Logitech G920

Logitech es una de las compañías que más tiempo llevan fabricando motores de FF del mercado, teniendo en su haber algunos de los modelos más válidos para quienes quieran dar sus primeros pasos en este mundillo. Una gran prueba de ello es el Logitech G920.

El modelo cuenta con un motor Drive Froce de la marca sueca, uno de los DriveForce con mejores sensaciones de su gama, y lo acompaña de unos acabados excelentes de buen material, una pedalera de tres pedales con resistencia, y el resto de las bondades del modelo anterior.

El G920 es el modelo que recomiendo de forma directa a todo aquel que quiera embarcarse en este mundillo de forma "seria" sin tener que optar por los periféricos de alta gama. Y lo hace sin renunciar a buenos materiales y acabados. Si estamos dispuestos a dejarnos algo más, la palanca oficial de Logitech, en muchas ocasiones localizada en un pack doble, es un gran lugar donde empezar a ampliar nuestro ecosistema.

Thrustmaster TX

Repitiendo entrada por segunda vez Thrustmaster se ubica en el límite de los 400 euros con su modelo TX, nuestro modelo predilecto en dicho límite de precios, así como lo que, a nuestros ojos, es el primer volante de gama media-alta de esta lista; aunque aún tendríamos que salvar las distancias con los modelos modulares de altas prestaciones que pasan, en su conjunto, las cuatro cifras.

El motor Brushless de la marca es el primero basado en BeltDrive de nuestra lista, un sistema que, bajo nuestro criterio, ofrece mejores niveles de resistencia y respuesta que los motores DriveForce. Junto a este, como en el anterior modelo de la marca, encontramos un juego de tres pedales de la marca y unos fantásticos acabados, que complementan estupendamente el conjunto.

Para aquellos que, una vez introducidos en el mundillo, quieran experimentar por qué los modelos de gama media-alta usan FF basados en BeltDrive, la opción ideal es este TX de Thrustmaster; aunque ya estamos hablando de una inversión para tener en cuenta.

Thrustmaster TS-XW Racer Sparco P310

La última entrada "oficial" de esta lista es la del TS-XW de Thrustmaster con volante Sparco, y lo es porque el valor de este conjunto de gama alta es difícil de comparar, ya que incluye, además del motor TS-XW de la compañía de Oregón, el mencionado volante de competición de Sparco y una pedalera de alta calidad de la compañía.

El motor TS-XW es el protagonista del conjunto, Brushless con ajuste automático (de 270 a los 1080 grados), que además perteneciente al ecosistema de la compañía, es compatible con las diversas tecnologías de Thrsutmaster para este motor (HallEffect AccuRate o FOC entre ellos) y permite posteriores modificaciones.

El TS-XW representa lo máximo que puedo recomendar con tranquilidad antes de entrar en el terreno de lo modular y en esta lista de recomendaciones en sí misma, dado el presupuesto, equipo e intenciones que deben disponerse para aquirirla.

Fanatec Competition Pack

Basado en el motor ClubSport Wheel Base, este modelo de Fanatec es el último en aparecer en esta lista, así como lo máximo a lo que aspiraríamos antes de entrar en el terreno de los sistemas DirectDrive.

Se trata de un pack basado en módulos con el mencionado motor de la marca, el volante CSL Elite P1, y la pedalera CSL Elite. Un triplete de gama alta que se aprovecha de las tecnologías asociadas al motor de Fanatec para ofrecer la que es, a nuestros ojos, la mejor experiencia posible dentro de los sistemas BeltDrive.

Por desgracia, casi no es posible adquirirlo hoy día sin listas de espera de por medio; por lo que se queda más como una mención honorifica dentro de esta lista, que como una opción real.