La situación actual en el continente europeo es tensa. La guerra en Ucrania ha afectado a miles de personas y trabajos, incluido el de diferentes compañías de videojuegos que allí operan como 4A Games o GSC Game World. Ante la situación actual de miedo y peligro, el estudio padre de la saga STALKER, con un bagaje incuestionable y una experiencia detrás de años de trabajo, ha decidido paralizar el desarrollo de su inminente lanzamiento hasta nuevo aviso.
STALKER 2: Heart of Chernobyl no ha tenido un desarrollo sencillo y se topó con la dura decisión de retrasar su lanzamiento para pulir un lanzamiento que planea romper el mercado, más si cabe con el movimiento empresarial de Microsoft, apadrinando este título y colocándolo en PC Game Pass el mismo día de su lanzamiento. No obstante, las personas son más importantes que un videojuego, y eso es lo que ha primado el estudio GSC Game World.
Así pues, el equipo ucraniano ha decidido paralizar el desarrollo de esta segunda entrega mientras se enfocan en proteger a sus propios empleados y a sus familias. Un anuncio que nos llega por medio de un video oficial en el canal de YouTube de la compañía donde el estudio explican sus motivos y sus preocupaciones; a la vez que lo acompañan con imágenes de la semana pasada del proceso de grabación de nuevas secuencias cinemáticas para el juego.
Por el momento, la situación no parece estar controlada y GSC Game World adelanta que hasta que no cambie la situación drásticamente, no volverán al trabajo. Una decisión encomiable y admirable que se une a los diversos movimientos de recaudación de fondos, así como de ayuda y visibilización, de todo lo que está sucediendo en el país europeo.
John Romero, por ejemplo, ha compartido un nuevo nivel para el clásico DOOM 2 que añade mejoras jugables y visuales, así como nuevo contenido por un precio de 5 euros. Todo lo recaudado se destinará a ayudar a las víctimas de Ucrania. Asimismo, Electronic Arts ha tomado cartas en el asunto y ha eliminado a la selección rusa de los títulos de la licencia FIFA como forma de protesta.