Crab Champions es un más que recomendable roguelike sobre —no puedo decir esto sin replantearme mi trayectoria profesional— un cangrejo con pistolas. Como no podría ser de otra manera, salió a la venta el Día de los Inocentes; y con la cantidad de shovelware que uno encuentra en Steam, no te culpo si has asumido que tiene un valor jugable nulo. O, lo más probable, si ni siquiera sabías que existía. En cualquier caso, tras haberlo visto en acción un par de veces a través de Twitter me había parecido resultón, y me lo compré en cuanto lo vi disponible.
Como viene anticipando el titular, vengo a hablarte del juego de marras porque me ha gustado bastante. Y no es que me haya cambiado la vida precisamente, menos aún si tenemos en cuenta que ha llegado en formato de acceso anticipado con un sinfín de tareas pendientes en la pizarra. Puedes echarle un vistazo a la hoja de ruta más abajo, por si tienes interés en ver cómo evolucionará el programa. Pero no he venido aquí para hablarte de las actualizaciones, no; quiero que veas el juego en acción, porque tiene una jugabilidad sabrosa por decirlo de alguna manera.
He grabado el vídeo de arriba en la dificultad fácil, no porque sea un filthy casual sino porque prefiero no tenerte viendo la misma pantalla demasiado tiempo (de nada) pero ya ves que hablamos de algo bastante típico en términos de progresión: eliges qué clase de desafío quieres hacer a continuación en base a la recompensa sugerida para cada uno, y al final abres un cofre que contiene tres objetos aleatorios. Al final, tu build viene definida por esas mejoras que llevas en el inventario, así que toca elegir bien qué huecos quieres llenar.
Alguien en las reseñas de Steam (que por cierto, las tiene al 98% de positivos) comparó a Crab Champions con Risk of Rain 2, al menos en lo que a dinámica se refiere. Estoy más o menos de acuerdo con eso porque en ambos casos creces a base de hinchar hasta el infinito tus habilidades y atributos básicos, pero no te equivoques, aquí la fantasía de poder es más bien un papel secundario y lo importante de verdad es deslizarse por el suelo a medida que lanzas granadas y disparas de formas cada vez más aleatorias e impredecibles.
La verdad es que Crab Champions me ha gustado bastante y por menos de 10 euros —como todos los lanzamientos recientes, disfruta de un pequeño descuento— no lo veo en absoluto mala compra. Ah, por cierto, es un juego oficial de Noisestorm. Ya sabes, el artista tras aquella "canción del verano" 2018, Crab Rave. Y aún así, con las múltiples capas de meme que tiene esto, lo cierto es que fuera de todas las bromas se me hace divertido y recomendable por sí mismo.
Hoja de ruta de Crab Champions
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