Sin lugar a dudas, el nombre de BioShock es uno de los que ha conseguido el estatus de juego legendario. Con tres títulos en su haber, su primera entrega tuvo un éxito muy por encima de lo esperado, lo cual puso todos los ojos en su creador: Ken Levine. Siendo ya un veterano de la industria, su siguiente proyecto, BioShock: Infinite también fue todo un bombazo. Hoy, el creativo confiesa que el éxito fue la razón por la que decidió distanciarse de la marca.
Tras BioShock: Infinite, parecía que un nuevo juego de la ya popular saga era algo inevitable. Sí, 2K ha continuado exprimiendo el nombre con el anuncio de BioShock 4, un título que, pese a su nombre, no cuenta con el padre de la saga al timón. Pero, ¿por qué, si estaba en la cumbre de su carrera, decidió buscar otros objetivos? Ya tenemos la respuesta.
En una entrevista con Last Stand Media, ha sido el propio Levine el que ha hablado de su experiencia con el estrellato y la razón por la cual decidió reconducir su carrera profesional lejos de 2K, los Big Daddies y Booker DeWitt.
"Tengo muchísima suerte de tener un juego que fue tan exitoso, pero te atrapa de alguna manera. En plan, piensas "Vale, he conseguido eso, ahora tengo que hacerlo de nuevo"", dice el creativo. Según confiesa, cuando empezó a desarrollarse el primer BioShock, vender 1 millón de copias ya era algo idílico para él y su socio, Jon Chey. "Vendió mucho más que eso. Luego piensas "¿Y si no consigo vender más?" [...] Creo que puede llevarte a una mentalidad poco sana de competir contra ti mismo".
"Decidí, y esto fue culpa mía, que quería una audiencia aún más grande. Quería el tipo de audiencia que tienen los blockbusters a lo Call of Duty. Mucho de Infinite fue diseñado para contentar a una audiencia más amplia [...] El problema es que ese no era el tipo de gamer que yo mismo era. [...] Creo que me convertí en mi propio peor enemigo, y una de las razones por las que dejé de hacer juegos de BioShock tras eso fue... "Vale, no puedes apoyarte en eso. No puedes competir contra ti mismo otra vez. No está bien y no es una manera sana de vivir tu vida"", sigue confesando el creativo en una de las entrevistas más sinceradas que ha dado.
Al final, admite que no tiene nada en contra de BioShock, pero lo considera una especie de trampa que construyó para sí mismo, y de la cual por fin ha conseguido escapar. Su próximo juego, Judas, tiene a los fans del diseñador en ascuas y, aunque todavía no sepamos mucho al respecto.
¿Qué sabemos de Judas, lo nuevo de Ken Levine?
Poco se sabe sobre el nuevo título de este maestro del diseño, excepto que nos recuerda muchísimo al primer BioShock. Sin conocer detalles sobre lo que promete ser una historia enrevesada, sí que tenemos palabras de la editora del juego, que lo fecha entre el año fiscal 2023 y 2025.
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