El debate sobre si la censura es buena, mala, necesaria o innecesaria ha ganado poca importancia, al menos en el videojuego. Pocos son los títulos considerados "recortados" frente a lo que proponían sus creadores y que no han pasado el filtro de lo permitido. El caso de Hatred, por ejemplo, no pasó el corte por su representación visceral de una persona con problemas mentales. El caso de Wolfenstein, por ejemplo, es más sonado y es que la IP de la Bethesda reciente no las ha tenido todas consigo en Alemania, país que ahora ya permite comprar Wolfenstein 3D.
Hablamos de un clásico entre clásicos. Una obra con John Romero y Tom Hall a la cabeza que no ha envejecido bien, pero su importancia en el videojuego es capital. El título de id Software, autores de los DOOM actuales, encontró un enemigo en los alemanes desde 1994, cuando el gobierno del país prohibió la venta y distribución del juego en todo el territorio.
Muchos podríamos pensar que con 30 años de vida y con Wolfenstein: The New Order y The New Colossus como títulos recientes, la situación con aquel clásico del 92 habría quedado en nada. No obstante, según informa el medio alemán GameStar, Wolfenstein 3D y su expansión, Spear Of Destiny estuvieron prohibidos hasta 2019, pero el gobierno alemán no ha levantado el veto hasta hoy, 3 años después.
El medio bávaro destaca que el Unterhaltungssoftware Selbstkontrolle, el organismo de Autorregulación de software de entretenimiento en el país, no había tomado la decisión sobre la calificación por edades del juego. El título, al menos en España, tiene una calificación de mayores de 12 años, mientras que el gobierno alemán ha levantado el veto con un "+16 años" debajo del brazo para el juego base, mientras que Spear of Destiny ha sido ratificado como un juego para mayores de 18 años.
Una noticia curiosa no solo porque hablamos de un clásico del shooter a un precio irrisorio en Steam y casi cualquier plataforma, sino que llevó a los jugadores alemanes a utilizar cualquier trácala con vistas a hacerse con una copia. PcGamer añade que muchos usuarios consiguieron hacerse con este juego gracias a GOG y algún tipo de VPN, mientras que muchos otros han recurrido a la piratería ante las restricciones del gobierno.
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