"Imagínate DayZ o Rust, pero siendo un pato. Un juego de supervivencia mundial persistente con PVP, PVE, artesanía, construcción de bases y sombrero con patos y empuñando armas". Creo que nunca, nadie, me había vendido tan bien nada, incluso antes de su lanzamiento. Simplemente, chapeau, TinyBuild. Y es que sobran las palabras. ¿Qué más os puedo decir de un proyecto que nos promete sumergirnos en un universo en donde nos convertiremos en un pato que debe aprender a disparar, construir su propia base o farmear toda clase de recursos?
Si no os habéis quedado con la boca abierta con su propia descripción oficial, lo cierto es que poco más puedo hacer para explicaros lo mucho que me ha sorprendido. Y eso que en realidad no tiene fecha de lanzamiento, aunque ya podemos apuntarnos a su beta. En efecto, Duckside ha abierto las solicitudes de acceso para la beta a través de su página web oficial de Steam. Ahora solo me queda esperar y rezar para ser uno de los afortunados que podrán servir al tío Gilito para cenar, pues no puedo pensar en otra cosa desde que descubrir este particular juego que se define a sí mismo como "posapocalíptico".
Ducksider, un shooter de patos posapocalípticos
Sí. Por si la idea de aprender a controlar un rifle de asalto, usar una cacerola como casco, talar árboles o picar piedra, pues súmale a la ecuación la distopía propia de un mundo venido a menos. La pregunta es... ¿Cómo hemos llegado a esta situación? El estudio ya nos ha contestado, y lo cierto es que no hay laguna alguna en su lógica: "¿A quién le importa?", expresan desde su página de Steam. Tienen más razón que un santo. No me interesa cómo ni por qué. Lo único que quiero saber es cuándo podré intentarlo yo también.
¿Qué más da que sus alas no hayan sido diseñadas para agarrar un pico o que no tengan fuerza suficiente como para tirar un árbol abajo? ¿De verdad os interesa saber cómo son capaces de sostener un martillo para crear una base, pared por pared, mientras intentan abatir a otros patos para hacerse con sus valiosos recursos? Sinceramente, no podría darme más igual. Tampoco me interesa que en los vídeos que nos han mostrado a veces las armas o las herramientas floten justo delante de nosotros.
Lo único que me importa es que he visto a un parto con una mira láser —que se adapta perfectamente a su cabeza y su pico— que no deja de mirar al frente mientras recarga una y otra vez su escopeta recordando los malos tragos que tuvo que pasar allá en su momento cuando cazadores humanos intentaron acabar con su vida. Ahora él tiene el poder, aunque no lo usará contra la humanidad. No. Lo usará contra otros patos. ¿Por qué? La respuesta es... ¿Y por qué no?
Ya lo dice su descripción: "Los cazadores matan más de 10 millones de patos cada año, una estadística que sería mucho menor si los patos estuvieran entrenados para el combate. Ingresa a Duckside, un juego de supervivencia mundial persistente como DayZ o Rust... pero tú eres un pato, y todos los demás también". No necesitas más para disfrutar de un título de supervivencia convencional en el que, en lugar de enfrentarme a un mundo en donde la seriedad está a la orden del día, todo se resume a lo absurdo.
Al menos en lo que respecta al diseño, puesto que lo que hemos podido ver hasta ahora no es ninguna broma. Duckside se ríe de todo y de todos como nadie. Es una parodia exageradamente absurda, pero eso no significa que sea un chiste. Sus creadores se han tomado en serio el desarrollo, pudiendo encontrar muy diversas mecánicas. Vaya, que más allá de la broma, tiene buena pinta. Y aunque está claro que no sustituirá ni a DayZ ni a Rust, no tengo duda alguna de que puede ser una de las alternativas más divertidas que vamos a ver en mucho tiempo.
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