Oficialmente ha pasado más de una semana desde el lanzamiento de La Reina Bruja, la expansión más reciente de Destiny 2. Superado ese periodo de gracia, el consenso de la comunidad —según se ve por Youtube y Twitter, al menos— es que ha llegado el momento de hablar de partes sensibles de la historia. Y en ese sentido, aquí el protagonismo lo tiene un personaje que aparece justo al final: el Testigo (the Witness), de quien he podido hablar con los equipos de arte y música en Bungie en una entrevista reciente.
La identidad y el trasfondo tras el Testigo son un misterio, pero sabemos que está vinculado a las Profundidades, la Oscuridad y la flota de pirámides negras que llegaron al sistema solar en 2019; de la misma manera en la que el Viajero va asociado a la Luz y al Cielo. No está claro a qué especie alienígena pertenece, si es que se le puede asignar a una (¿quizá "el Velo" como se rumoreaba hace años?) pero sí conocemos algunos de sus rasgos físicos. Un ser humanoide, de complexión muy delgada, con ojos grandes y penetrantes, una enorme columna de humo que sale de su cabeza, a su vez con forma de rostro; y la sensación de que está en más de una realidad simultáneamente.
Aunque sea su primera aparición formal, sospecho que en realidad ya lo habíamos visto en la conferencia de Bungie para la GDC 2013, cuando Chris Barrett y Joe Staten se reunieron para hablar sobre la construcción del universo Destiny: una de las muchas piezas de arte conceptual que se compartieron en aquel momento incluía una quinta especie enemiga sospechosamente similar al Testigo tal y como lo conocemos en este momento. Enfrentándose a este asunto, el artista Dima Goryainov prefirió quedarse al margen, explicándome que "incluso imágenes así de antiguas pueden tener cierto impacto en el juego".
Está por ver cómo se desarrolla el asunto, y con la totalidad del Año 5 por delante (más las expansiones Eclipse y La Forma Final en camino) sin duda habrá hueco para descubrir todos los detalles. Ahora bien, los más atentos al trasfondo del universo de fantasía y ciencia ficción de Bungie tenían más que claro que este momento iba a llegar tarde o temprano. Me imagino que algunos se preguntarán, "¿cómo puede alguien imaginarse que aparecería un ser así de extraño?" Querido lector, eso es así porque hablamos de auténticos maestros de la anticipación. Un estudio que ha logrado sostener la continuidad de su universo unificando con mucho acierto los contenidos actuales y los venideros.
Hace unos años era una idea vanguardista, pero ahora la creación de juegos como servicio es el Santo Grial de las grandes compañías que se reparten la industria: la cuestión no es solo apoyar un juego con nuevos contenidos, sino también darle una sensación de evolución, de continuidad, de que pasan cosas todo el rato y no solo cuando llega el siguiente gran lote de contenidos. Fortnite hace esto muy bien porque en Epic Games entendieron que el concepto de temporadas les ayuda para refrescar el mundo con mecánicas, formas e hilos narrativos; mientras que los padres de Halo —que pueden presumir de tener uno de los apartados artísticos más potentes del mundillo triple A— han conseguido mantener el interés de los jugadores ofreciéndoles pequeñas pistas de lo que viene a continuación de manera constante.
El compositor Skye Lewin las define como "migas de pan" que se asientan de forma muy sutil en la banda sonora. "Puede que escuches una pieza en La Reina Bruja que esté relacionada con otra más antigua, y estas conectan hilos narrativos y otras cosas que ocurren dentro del juego". De esta forma, al terminar la campaña de la Guerra Roja en 2017 se podía ver brevemente la flota de naves piramidales junto a un acompañamiento musical también bastante sutil: apenas tres notas musicales, pero tres que se han repetido a lo largo de los últimos años con cada encuentro hasta llegar a la pieza 09 de la OST en La Reina Bruja (the Subjugated) que expande considerablemente esa música.
Otros ejemplos son la Ciudad Onírica, que se había anticipado en una diminuta pieza de armadura en el ya lejano 2015; o el tema de Savathûn, que algunos personajes de la Torre habían comenzado a silbar durante las temporadas del Año 4 a medida que la villana de la colmena se colaba entre las filas de la Vanguardia. "[Ese tema musical] se había diseñado antes de que apareciesen los silbidos" matiza Lewin entre risas, con cuidado de no hablar demasiado ante la prensa. En Bungie son conscientes de que están tocando un tema sensible que definirá el devenir del juego a lo largo de las próximas expansiones: sabemos que el "primer arco" de Destiny termina en un par de años, con la expansión La Forma Final.
Hay más contenidos planeados para después, pero tendrán que convivir con el resto de IP en las que trabaja la última adquisición de PlayStation.
Conociendo este modus operandi, esa dinámica de las migas de pan, esa forma de presentar las cosas poco a poco, ahora te invito a que juegues de otra manera. Busca notas musicales, expresiones y otras cosas escondidas a plena vista. Como sugerencia personal, la pieza 64 de la OST se llama The Witness, y la anterior, The First Disciple. El sábado 5 de marzo a las 18:00 CET se abren las puertas de la incursión Juramento del Discípulo. No digo más: ata cabos.
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