Hogwarts Legacy está al fin entre nosotros, y si lo estás jugando en PC (o tienes pensado hacerlo en el futuro) estás de enhorabuena porque es una versión realmente bien optimizada. No necesitas ser un entendido de los ordenadores para disfrutarlo en condiciones porque la primera vez que lo abres, el juego se autoconfigura con los ajustes gráficos que considera ideales para tu hardware.
El problema es que, hasta donde he podido ver, solo elige una configuración global; de modo que si quieres exprimir realmente el potencial del juego y conseguir más FPS manteniendo gráficos resultones, tendrás que ganártelo. Esta guía de optimización llega para ayudarte con esa tarea y hacer que disfrutes del universo Harry Potter en todo su esplendor. Pero antes, unas observaciones.
- Hogwarts Legacy corre únicamente en DX12
- La herramienta de benchmark solo sirve para hacer un autoajuste
- La precarga de shaders se ejecuta cada vez que abres el juego
- Tiene Nvidia DLSS 2.3, pero puedes mejorarla a 2.5.1 con el DLSS Swapper
Debes saber que durante la redacción de estas líneas, hemos trabajado en un equipo de pruebas cedido por nuestros camaradas de Nvidia España que lleva una tarjeta gráfica RTX 3080 y un procesador i9 10900K con 64 GB de memoria RAM, aunque también lo hemos probado en un portátil distinto con una RTX 3070 y un Ryzen 7 de la serie 6000. (Los resultados fueron muy buenos en ambos). En ambos casos usé los controladores WHQL 528.24, que puedes descargar desde GeForce Experience.
Recomendaciones (configuración de pantalla)
Teniendo en consideración que Hogwarts Legacy es un juego de aventuras para disfrutar en solitario y fuertemente enfocado en la inmersión de su universo, pero con cierto respeto por la acción en tiempo real, en 3DJuegos PC apostamos por una configuración que te permita jugar a 60 FPS manteniendo el mayor grado de fidelidad gráfica posible al mismo tiempo. Hemos tomado varias decisiones para dirigir el juego en esa misma dirección, como puedes ver más abajo.
|
recomendación |
---|---|
Modo de pantalla |
Ventana con bordes |
Seleccionar monitor |
Monitor principal |
Resolución |
Resolución nativa |
Resolución de renderizado |
100% (*) |
Suavizado de contornos |
Nvidia DLAA |
Tipo de sobreescalado |
Nvidia DLSS/DLAA > AMD FSR 2/1.0 > Intel XeSS |
Modo de sobreescalado |
DLSS en modo calidad (si juegas a 30/60 FPS) |
Generación de fotogramas |
Encendido (si está disponible) |
Nvidia Reflex |
Encendido |
Sincronización vertical |
Apagado (**) |
Tasa de fotogramas |
Limitado a 60 o 75 FPS (nunca más de tu tasa de refresco) |
HDR |
Opcional |
Calibración de la imagen |
Depende del HDR |
Campo de visión |
10º adicionales o superior |
Desdibujado de movimiento |
Apagado |
Profundidad de campo |
Apagado |
Aberración cromática |
Encendido |
Granulado de película |
Apagado |
Seleccionar GPU |
Tu GPU principal |
(*) La resolución final del juego es (de lejos) el apartado que más influye en el rendimiento. No te recomiendo poner una resolución nativa o inicial baja, sino más bien tomar la de tu monitor e ir escalando desde ahí hacia abajo según sea necesario y hasta límites razonables. Por ejemplo, un 66% de tu recuento de píxeles es muy útil en rendimiento, pero te va a hacer la experiencia insufrible.
(**) Aunque la sincronización vertical es una buena forma de evitar los desgarros en la imagen, realmente es más útil e interesante usar un monitor VRR para evitar esto mismo sin que afecte a los tiempos de respuesta o de lugar a posibles bajones en la tasa de fotogramas. El tope "manual" de FPS es mejor opción casi siempre.
Recomendaciones (pantalla de gráficos)
A Hogwarts Legacy le encaja mucho eso de lucir gráficos. Es, por méritos propios, uno de los juegos más potentes de lo que llevamos de generación. Así que en nuestros ajustes personalizados vamos a hacer lo posible por preservar esa sensación de asombro, pero prescindiendo de detalles innecesarios y balanceando aquellos ajustes que consumen muchos recursos, como las texturas o los recursos destinados a efectos volumétricos. La cosa se queda así.
Calidad de los efectos |
Alta/Media |
---|---|
Calidad del material |
Ultra |
Calidad de la niebla |
Baja |
Calidad del cielo |
Baja |
Calidad de follaje |
Alta |
Calidad del postprocesamiento |
Ultra |
Calidad de las sombras (*) |
Ultra |
Calidad de las texturas (**) |
Alta |
Calidad de distancia de visión |
Media |
Calidad de población |
Media |
Reflejos de trazado de rayos |
Sí |
Sombras de trazado de rayos (***) |
No |
Oclusión ambiental de trazado de rayos |
Sí |
Calidad del trazado de rayos |
Media |
Por supuesto, el trazado de rayos solo está disponible en ciertas tarjetas gráficas.
(*) Conseguir sombras definidas tiene un coste de fotogramas muy elevado en casi todos los juegos y en condiciones normales no te recomendaría pasar de "alto" porque la ganancia de calidad no justifica su impacto, pero el caso específico de Hogwarts Legacy creo que es una excepción relativamente asequible para los estándares de la industria y deberías poder permitirte ese pequeño extra si tienes un ordenador más o menos potente. En caso contrario, déjalas en la opción anterior.
(**) Además del impacto que tienen en el rendimiento de tu GPU, las texturas también consumen la memoria de vídeo (VRAM) de tu tarjeta gráfica, de modo que si estás en bajo presupuesto como ocurre en la mayoría de dispositivos modernos, tal vez desees quedarte en calidad alta y asegurarte de que no haya problemas con las zonas más abiertas del mapeado de la academia (o a lomos de una montura).
(***) Esta es una decisión meramente cosmética: las sombras creadas mediante ray tracing son muy realistas, pero menos dramáticas; los personajes no se sienten tan bien conectados con el suelo y transmiten menos tridimensionalidad. Si no te consideras muy amigo de los escenarios acartonados, entonces ahorra un pequeño golpe de consumo y apuesta por las sombras tradicionales.
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