Últimamente, he estado jugando a lo nuevo de Illfonic, el equipo estadounidense que firmó Predator: Hunting Grounds el año pasado. Creo que todavía no he conocido a una sola persona que me haya hablado bien de aquel, pero lo que tienen entre manos en estos momentos es bastante diferente. Se llama Arcadegeddon, y probablemente para cuando estés leyendo estas líneas ya se haya anunciado de forma oficial.
Illfonic nos tenía acostumbrados a multijugadores asimétricos oscuros y opresivos basados en franquicias establecidas, así que diría que con este juego se están desafiando a sí mismos como creativos: Arcadegeddon es principalmente un cooperativo para cuatro, es colorido e irreverente, y es una nueva IP propia. Y si tuviera que resumírtelo en pocas líneas, te diría que es algo así como "Splatoon hecho roguelike". ¿Suena bien?
Una fiesta de colores, armas y explosiones
Bueno, independientemente de cómo suene, una cosa sí puedo decirte con seguridad: es muy divertido. Fue la primera impresión que compartí con sus responsables, de hecho. Dan ganas de jugar solo de verlo, porque es ese tipo de juegos que no te da un solo respiro. Están pasando cosas en la pantalla todo el rato: saltas, disparas, te deslizas constantemente y a menudo lo haces mientras rebotas de un lado a otro o esquivas trampas de fuego.
Eso ya de por sí está bien, pero a mí lo que de verdad me ha convencido es que además de estar haciendo esas cosas tan guays, el juego sabe meterte en la acción y venderse a sí mismo. Por ejemplo, hay un arma llamada Pixel Popper que dispara un tubo a los enemigos. Si aciertas el impacto, el enemigo se hincha de aire como un globo hasta explotar en un fluido morado que daña a otros oponentes a su alrededor. Brutal.
De forma similar también hay armas que disparan sierras que rebotan por las paredes y cortan a los enemigos por la mitad, o armas que congelan a los enemigos que vuelan para que se rompan en pedazos al caer al suelo. Y si ya estaban en el suelo, entonces los rompes tú de un puñetazo y listo. Igual sobre el papel no suena tan emocionante, pero cuando lo haces mientras correteas por ahí con música dubstep de fondo, te aseguro que cunde.
Bienvenido al mundo de los inadaptados
Ahí es donde radica el otro gran triunfo de Arcadegeddon: el apartado artístico. Verás, incuestionablemente la sombra de Fortnite es muy larga. No es ningún secreto que a los free to play les gusta caminar por la senda de la adolescencia porque el público de 18 a 34 años le cuesta más sacar de paseo la tarjeta de crédito, pero eso no quita que cuando las cosas se hacen bien, pues eso, se hacen bien. Y creo que esta es una buena demostración de ello.
Illfonic no se ha conformado con lo fácil, que sería aferrarse al diseño amigable y desenfadado que tienen sus similares, sino que ha ido un paso más allá muy distintivo y personal. En Arcadegeddon cobran protagonismo las tribus urbanas, los graffitis, las luces de neón, la música —es casi como tener Spotify abierto mientras juegas— y el tono tan distintivo de los personajes que hacen las veces de mercaderes: son chavales edgy.
Pero para bien. ¿Alguna vez te has topado con uno de esos vecinos desagradables en Animal Crossing? Pues algo así. Por ejemplo, en el local hay personajes que juzgan tu aspecto o tu personalidad, mientras que la "mascota" del juego tiene ese careto de impasividad que esperarías de Love, Death & Robots. El tío Gilly, que viene a ser un poco como el protagonista de todo el meollo, también sabe hacer chistes subidos de tono convenientemente censurados.
Sencillamente, el juego respira personalidad. Creo que va a gustar mucho en ese sentido, porque hace que uno se sienta cómodo pero manteniendo los pies en el suelo, como siendo parte de algo más grande. Y no es solo cosa de los decorados, sino que la interfaz también está diseñada para integrarse muy bien con la identidad del juego desde la selección de nivel hasta la pantalla de resultados de la misión. Y hablando de misiones...
Combates procedurales y humor
El acceso anticipado de Arcadegeddon llega con una cantidad justita de biomas y tipos de enemigos, pero Illfonic confía en que la generación procedural de entornos le de una vida útil muy alta. Los enemigos nunca dejan de aparecer y los objetivos son semi aleatorios también, aunque la mayoría son bastante simples, más bien como una excusa para seguir machacando a los malos. Estos van evolucionando a medida que avanzas.
Ganan escudos, se vuelven más numerosos, esa clase de cosas. Y por si no tienes suficiente con eso, pues descuida, porque la dificultad se puede escalar automáticamente hasta el infinito a medida que progresas en la misión, o a mano, comprando niveles de dificultad en la sala de espera que hace de interludio a mitad de cada fase. Hay otra cosa divertida que puedes hacer en esa parte: ¡luchar contra tus amigos!
Aunque sea "principalmente" cooperativo, como decía al comienzo del artículo, en realidad también tienes ese pequeño espacio para luchar unos contra otros en fases como la del hexágono de Fall Guys: Ultimate Knockout. El ganador se lleva algunas ventajas pasivas, así que no está mal competir en una sección desenfadada para variar. Otra forma de cambiar de aires es aceptar una batalla de jefe, que siempre será un desafío 100% opcional.
Por ahora solo hay dos: las del mecha y el CEO. El primero es una máquina letal que combate con láseres y misiles o saltando sobre ti, y el segundo un individuo escoltado por enemigos y muy bien protegido, que ataca sin parar hasta que se le acaban los escudos y entonces corre despavorido por todo el mapa mientras se regenera. No están mal, pero francamente me gustaría ver qué más puede hacer Illfonic durante la fase de acceso anticipado pública.