Hay un nuevo autobattler en camino. Se llama Kādomon, y es uno un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a ver en TFT o DOTA Underlords porque en lugar de PvP, lo que ofrece son elementos roguelike y de coleccionismo de monstruos. Esto significa que puedes coleccionar nuevas criaturas, entrenarlas y hacer que evolucionen a medida que combaten; si bien la partida se hace progresivamente más difícil y tarde o temprano terminas pasando por la pantalla de game over, perdiendo buena parte de tus progresos.
Kādomon no tiene fecha de lanzamiento concretada aún, pero sí tiene ficha de Steam para ponerlo en seguimiento y también ha estrenado una demo en la plataforma de Valve, por si quieres echarle un tiento. He podido jugar unos minutos antes de escribir estas líneas, y siendo sincero, no me ha resultado especialmente apetecible: ni las criaturas ni el componente estratégico me parecen emocionantes. Quiero pensar que la cosa mejore a medida que avanzas en la run. Pero más allá de lo que ocurra con este juego en concreto, la idea de mezclar coleccionismo de monstruos con batallas automáticas sí me atrae bastante.
Pokémon y su relación con los autobattlers
Ni que decir tiene que en ese género, el rey indiscutible es Pokémon; pero la franquicia de Nintendo y Game Freak no está muy hecha a la experimentación. Eso no es bueno ni malo por sí mismo, pero en mi humilde opinión, definitivamente sí es una dirección curiosa a la que apuntar con al menos un spin-off ocasional. A fin de cuentas, la fantasía del entrenador que dirige su equipo de monstruos en combates de valor estratégico encaja bien con la idea, y sus editores ya se han atrevido con algún género similar como el MOBA (que todavía no está en PC).
Podría incluso ir un pasito más allá y decirte que Pokémon ya había trasteado con la idea de las batallas automáticas mucho antes de que el género de los autobattlers existiese como tal. Fue en la tercera generación, cuando Esmeralda trajo consigo un enorme complejo de edificios en los que se planteaban formas innovadoras de jugar: el Frente de Batalla. Uno de estos retos consistía en librar combates donde no das ninguna orden a tus criaturas, sino que estas luchan por su cuenta en función de su naturaleza y sus movimientos, entre otros parámetros.
Kādomon no es exactamente eso. El indie del que hablábamos más arriba, con sus más y sus menos, se parece a otros títulos más modernos y con mecánicas mejor asentadas en su género. Pero sí me ha resultado inspirador. En el improbable caso de que se vuelva popular, no me extrañaría que otros se sumasen al carro de querer un Pokémon más en la línea de los autobattlers modernos.
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