Bajé la dificultad de Hard West 2 y encontré una novela visual fabulosa, con un arte inspiradísimo por grandes cómics del oeste

Este no solo parece ser "el año del retraso" con casi una decena, quizá más, de juegos que han visto su fecha de salida moverse o desaparecer incluso en el tiempo como Marvel's Midnight Suns o Avatar: Frontiers of Pandora. Pero si apostamos por algo jocoso, este parece ser el año del "west". Es absurdo, lo sé, aunque me ha sorprendido ver cómo hasta 4 juegos con la coletilla West —Weird West, Hard West 2, Evil West y Blood West— y no esperaba que ninguno me sorprendiera como Hard West 2 y no solo por lo endiabladamente difícil que es, sino por su arte.

No es la primera vez que digo que un proyecto, por muy bien que se vea, si no cuenta con una dirección artística a la altura, no vale nada. Es algo que defenderé a muerte y hay muchos juegos que pueden entrar en esa lista, aunque tampoco hemos venido a eso. Lo que quiero decir es que juegos como XCOM, donde la obra de Firaxis Games creó un género propio con su nombre, me ha puesto entre la espada y la pared, tanto que me he visto obligado a reducir su dificultad al mínimo.

¿Vale la pena? Por supuesto. Retos no siempre apetecen. Este no es un Souls, tampoco es un juego que quiera disfrutar para retar mi intelecto, y eso que los combates son entretenidos, a pesar de su simpleza. Hay amor por los cómics en cada secuencia, y yo como amante del arte impreso, me he sentido como en casa. El trabajo de Daniel Tyka y Sebastian Zakrzewski, ambos polacos y directores de arte del proyecto, exuda un mimo espectacular, con trazos a mano, coloridos, viscerales y una profundidad digna del mejor cómic europeo. Hay mucho de Harrow County, Colder y Outcast en los recuadros de situación dentro de la historia.

En cuanto a estética, podría citar sin problema y que me tiemble la mano a las bellas imágenes dibujadas por Emma Rios para Pretty Deadly, con un brutal mezcla entre mitología y folclore dentro de una temática tan manida como es el western americano. No me gustaría dejar de lado Rafael Albuquerque en American Vampire; aunque si apostáis fuerte por el terror del Oeste con trazas satánicas y fuerzas ancestrales, The Sixth Gun con Brian Hurtt a la cabeza en una fantasía onírica en la Guerra Civil estadounidense con zombis, es una obra fácilmente reconocible dentro del arte de Tyka y Zakrzewski en este juego.

La gama cromática, dominada en muchas ocasiones por el rojo de la sangre, los grises y negros, sin dejar de lado los tonos apagados denotan tristeza, soledad y terror en una Estados Unidos del siglo XIX donde el infierno campa a sus anchas. No sobrecoge, pero sí acompaña una historia que necesita apoyarse en sus imágenes estáticas para avanzar. Y no os miento si os digo que he disfrutado el juego más como una novela visual que como un RPG de acción por turnos.

De hecho, considero que Hard West 2 juega en otra liga dentro de los "XCOM like", o los juegos como XCOM. Mientras aquella obra de Firaxis apostaba por cinemáticas en 3D con un toque muy poco propio y que podrían casar con casi cualquier juego, el equipo polaco apuesta por un estatismo vivo. Apenas hay secuencias cinemáticas. Son dibujos estáticos de personajes en 3D con una voracidad y fuerza espectacular, dotando a las secuencias semi-estáticas de una frescura y movimiento excepcionales. No os estoy mintiendo si os digo que si el juego no contase con tal estilo, quizá lo habría pasado por alto. No es malo, pero confío en que dentro del género, se puede hacer mejor.

El despliegue de Hard West 2 es simple: un overworld donde movernos con una vista semi-cenital y un mapa de juego "a lo juego de mesa de Warhammer" bajo la misma perspectiva. El equipo de Ice Code Games hace un buen trabajo, lo admito, pero no es el que podrías esperar, al menos en sus escenarios. Los artes que acompañan a estos combates, su historia y movimientos por el mundo tienen un aura de terror gore del que te deja mal cuerpo, sin recurrir a lo gratuito o los jumpscarse.

Me he sentido comodísimo leyendo todo lo que tenía que ofrecerme Hard West 2 en las cerca de 10 horas que dura el juego. Como alguien que se pasa la vida delante de una pantalla y cuando no, la pasa delante de las viñetas, os animo a dar una oportunidad a este RPG ya no solo por sus más que buenas intenciones en lo jugable, sino por deleitaros como yo de un enfoque artístico, una dirección y unas estampas que me gustaría ver plasmadas de verdad en cualquier cómic de Dark Horse.