Análisis de Razer Kiyo Pro (2021): una webcam para retransmitir juegos en Twitch nacida de las cámaras de seguridad

Más allá de los ratones, teclados, alfombrillas y otros periféricos imprescindibles para PC, Razer lleva años haciéndose fuertes en el terreno del streaming. Si te mueves en ese campo, es probable que te encuentres tarde o temprano con recomendaciones de la webcam Razer Kiyo Pro. El modelo de 2021, más específicamente. Dejando a un lado los chistes que puedes hacer con el nombre, llevo unas semanas usándola de manera habitual para la reseña de 3DJuegos PC; y la conclusión a la que llego hasta ahora es que es un dispositivo realmente bueno, aunque no perfecto.

En estos momentos, en el mercado existen opciones que ofrecen resultados similares a menor precio, algo que debes tener muy presente a la hora de elegir tu cámara ideal; pero si tienes especial interés en hacerte con esta en particular, bajo estas líneas encontrarás toda clase de impresiones al respecto. Pero antes de nada, debes saber que estamos ante una cámara bastante grande, enfocada al público gamer (se gestiona a través de Razer Synapse 3) que lleva una lente IMX327 de Sony con tecnología STARVIS, que graba a calidad 1080p y 60 FPS.

Especificaciones de Razer Kiyo Pro (2021)

Puedo intuir lo que estás pensando: "¿cómo es posible que una webcam con ese precio tenga una resolución tan modesta?" La respuesta a esa pregunta, decía más arriba, es que los streamers conforman el público objetivo de la Razer Kiyo Pro; más específicamente aquellos centrados en los videojuegos. De poco sirve tener una resolución más alta cuando solo estás colocando tu imagen en una esquina de la interfaz, lo cual justifica en parte esa desproporción. Ahora, la cuestión está en dónde va el resto del coste.

Curiosamente, la tecnología Sony STARVIS viene del mundo de las cámaras de vigilancia: puesto que ofrece una buena detección en lugares oscuros —tiene una sensibilidad de al menos 2000 mV/μm2 atendiendo a una búsqueda rápida— también es buena en el tipo de entornos en los que acostumbramos a emitir contenido los jugadores. Ya sabes de qué hablo, luz apagada y numerosas tiras LED o lámparas decorativas de fondo. Así pues, ya tenemos un perfil ideal: si tus retransmisiones tienen esa estética, entonces la compañía de verde tiene la cámara que (sobre el papel) necesitas.

Montar y configurar la cámara Razer Kiyo Pro

Basta con sacar el dispositivo de su caja para darse cuenta de un detalle más que evidente: la Razer Kiyo Pro es enorme. Para los estándares del mercado, al menos. Transmite volumen, peso; y por ende, también robustez: en el improbable caso de que se te caiga al suelo, se me hace difícil imaginar que se rompa teniendo en cuenta cómo está diseñado el chasis y que la lente lleva una protección Gorilla Glass 3. Viene perfectamente montada, por cierto; lo único que tienes que hacer es colocarla sobre tu monitor o donde veas pertinente, conectar el cable USB-C a tu ordenador y configurar los ajustes desde la aplicación Razer Synapse 3.

Haciendo un examen más exhaustivo, aplaudo la decisión del fabricante de permitirnos desacoplar el cable por si se daña o si prefieres usar uno tuyo; así como la posibilidad de colocar la cámara de turno sobre un trípode. No encontraremos ninguno dentro del paquete, eso sí, pero si tienes uno universal en casa, puedes enroscarlo a la base de esta webcam. Del mismo modo, también veo con buenos ojos la idea de incluir una tapa 100% opaca que puedes usar cuando no estás grabando para evitar que la lente se ensucie o para proteger tu imagen de sorpresas.

La pinza también nos da una buena alegría, porque consigue un agarre fantástico al PVC del monitor sin necesidad de usar ninguna clase de adhesivo, ni partes pequeñas o delicadas, ni nada que se le parezca remotamente; es cuestión de abrirla en L, formar un bonito ángulo de 90º sobre la pantalla y si necesitas apuntar la cámara hacia abajo o rotarla de un lado u otro, puedes conseguirlo sin necesidad de hacer malabares con su soporte. Así pues, Razer Kiyo Pro es grande; pero no por ello inflexible. Al contrario: me ha sorprendido ver la cantidad de posibilidades que ofrece.

Al pasar por la aplicación acompañante Razer Synapse, es posible encender una previsualización de la cámara mientras ajustas cada parámetro (en la imagen de arriba, la tapadera está puesta). Como puedes ver, tienes a tu disposición algunas opciones básicas como el brillo, el contraste o la saturación; así como el balance de blancos, que se me antoja un poco más avanzado. La cuestión aquí es que todo está recogido en un único menú desde el que puedes elegir varias preconfiguraciones o guardar tu propio perfil, y las opciones son suficientes para la mayoría de situaciones.

¿Merecen la pena las imágenes de Razer Kiyo Pro?

De todas las funciones que se ofrecen en la aplicación, la más característica es —como explicaba más arriba— la del HDR: una buena sensibilidad en ambientes oscuros es una máxima para los creadores de contenido porque a nivel profesional, uno dedica mucho dinero y esfuerzo a conseguir que la vista de la cámara sea perfecta. Personalmente, diría que los resultados son bastante decentes en casi todos los experimentos que he hecho con el color o la temperatura. Bajo estas líneas puedes ver una foto templada en un entorno parecido al que esperarías de una retransmisión: foco frontal más alguna luz de fondo. Si usas dispositivos digitales puede que te enfrentes a cierto efecto de flickering que se suaviza bastante o anula a plena luz.

Decía más arriba que existen alternativas mejores en términos estrictos de calidad-precio y sigo pensando que es la realidad, pero esta es más bien una cuestión de perfiles: si eres un jugador con ánimos de retransmitir tus contenidos en Twitch o YouTube, es bastante probable que ya tengas al menos un dispositivo de Razer gestionado mediante Synapse. Si es el caso, entonces el dispositivo Kiyo Pro encajará con tu setup cómodamente ofreciendo resultados de calidad pro. En el momento específico de escribir estas líneas, puedes encontrar la webcam que nos atañe a un precio más bajo que el que tuvo durante su estreno en 2021 (209,99 euros) lo cual se vuelve mucho más recomendable. No necesitas algo de este nivel para hacer videollamadas con amigos o tantear el mundillo del vídeo en internet, pero es una gran puerta de entrada.