Microsoft contra un chaval de 17 años es una batalla legal tan absurda como real. ¿Su crimen? Ser un "ciber okupa"

El mundo de la tecnología y la información está lleno de choques legales absurdos, pero pocos han demostrado hasta qué límite el sistema funciona a trompicones como uno de los encontronazos más absurdos de principio de los dosmiles. La vez en la que Microsoft se metió en líos con un chaval de 17 años por su dominio web. El nombre de este chico era Mike Rowe, y su página web, y no estoy de broma, se llamaba MikeRoweSoft.

Microsoft contra MikeRoweSoft, el duelo más absurdo

Corría el año 2003 cuando el canadiense Mike Rowe decidió registrar su propio dominio basado en su nombre. Así es como nació MikeRoweSoft, una página web para publicitar su trabajo a jornada partida diseñando páginas web. Dicho en alto y con pronunciación inglesa, MikeRoweSoft suena parecido a Microsoft, algo que hizo que el joven se decantase por este nombre sin imaginarse las consecuencias que tendría, y es que la filial canadiense de los padres de Windows no vio con buenos ojos este movimiento.

Afirmando que infringía su marca registrada por el parecido fonético que le daba chicha al nombre de la página web, Microsoft se comunicó con Mike Rowe y le pidió que les cediese el dominio, algo que Rowe no tenía muchos problemas en aceptar… siempre y cuando se le compensase adecuadamente. Y aquí, en este preciso punto, es cuando la historia dio un giro inesperado. Microsoft ofreció al adolescente 10 dólares, el coste original de registrar el dominio, algo a lo que Rowe contestó con una exigencia mucho mayor: quería 10.000 dólares.

En un principio, Rowe nunca pensó en pedirles nada, pero cuando vio que una de las multinacionales más grandes del mundo solo ofrecía 10 dólares, explotó. "Estaba un poco enfadado con ellos por ofrecerme solo 10 dólares", comentaba a principios de milenio a los compañeros de KomoNews. Aun así, se tomaba el tema con humor. "No es su nombre, es mi nombre. Creo que es gracioso que persigan a un chaval de 17 años", continuaba.

Ante la negativa de Mike Rowe, Microsoft mandó una carta de cese y desista de 25 páginas al adolescente acusándolo de usar el dominio a propósito para extorsionar a Microsoft. A esta práctica se la conoce como ciberocupación, y se define como el registro consciente de un dominio parecido al de una entidad mayor con el objetivo de obligar a la firma a pagar por él y redirigir el tráfico hacia la página web correcta.

Al ver que los de Redmond no daban su brazo a torcer, Rowe no se quedó callado, y decidió buscar apoyo a través de la prensa. Gracias a esto, consiguió donaciones de varios miles de dólares y el consejo de un abogado que no quería cobrarle. Esto, eso sí, tuvo repercusiones, pues llevó a más de 250.000 personas a su web en el espacio de 12 horas, algo que hizo que tuviera que desconectarla. Desde luego, el público estaba a favor de Mike, y eso puede haber puesto entre la espada y la pared a Microsoft.

Fue a principios de 2004 cuando Rowe y los de Redmond llegaron a un acuerdo por el cual Microsoft se quedaría, por fin, el dominio, pero pagaría más de los 10 dólares iniciales. Según reveló la CNN, la compensación de Microsoft al adolescente llegó en forma de cubrir todos los costes de creación de una nueva web, además de redirigir todo el tráfico de MikeRoweSoft a este nuevo dominio, además de cualquier otro gasto que le hubiera ocasionado este choque.

Por si eso fuera poco, también le dieron una suscripción a la Microsoft Developer Network, un viaje con todos los gastos pagados a la convención de tecnología Microsoft Research Tech Fest, entrenamiento para una certificación oficial de Microsoft y una Xbox original con varios juegos. "Queríamos hacer las cosas de tal manera que esta [experiencia] cultivase su interés por la tecnología", dijo un representante de Microsoft a la CNN.

Al final, Rowe decidió donar gran parte de los fondos de su defensa legal a un hospital para niños conocido como Canuck Place. Según afirma el portal Wired, de los 6.000 dólares en donaciones que recibió, 5.250 fueron a caridad, mientras que se el afectado se quedó con 750 dólares que destinó a su educación universitaria.

Por último, Mike también probó a subastar la carta de 25 páginas que recibió por parte del gigante informático. Alegando que era "un trozo de la historia de internet", las pujas llegaron hasta los 200.000 dólares, pero eBay pronto tomó cartas en el asunto. Asegurando que las cantidades más altas eran fraudulentas, se restringió la puja a usuarios verificados, la cual acabó en un precio de 1.037 dólares.

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