La desastrosa falta de stock sigue afectando a la RAM DDR5, pero la situación podría mejorar el año que viene

Que esta es una época nefasta para montarse un ordenador nuevo es una cosa que todos tenemos más que interiorizada. ¿Quieres una gráfica? Mala suerte. ¿Un portátil gaming? Vas a tener que pagar más aún. Y así un poco con todo. La noticia de hoy afecta a quieren estar a la vanguardia de la teconología y tener un procesador Intel de 12ª generación.

Quienes quieran adoptar la nueva plataforma de Intel pueden necesitar, por definición, RAM DDR5, y parece ser que el mercado no está preparado para la demanda que ha surgido para el nuevo tipo de memoria. El mes pasado, ya comentamos cómo esta situación estaba afectando a los chips necesarios para controlar el suministro de energía que llega a los sticks. Y parece que habrá que esperar más para que se estabilice el asunto.

Según ha compartido Seeking Alpha, la compañía Micron Technology, la cual se dedica a la fabricación de los tan codiciados semiconductores cuya escasez está poniendo patas arriba la industria del hardware, ha hablado sobre el tema con sus accionistas esta semana, y el pronóstico es un poco más negativo de lo que esperábamos.

Según el CEO de la compañía, Sanjay Mehrotra, siguen sin poder satisfacer las exigencias de los consumidores por lo difícil que es conseguir los chip PMIC para sus módulos de memoria. "Esperamos que este desabastecimiento se modere durante 2022, permitiendo que crezca la distribución de DDR5 durante la segunda mitad de 2022."

Por suerte, Alder Lake tiene soporte tanto para DDR5 como para DDR4, sirviendo un poco de parche para aquellos consumidores que no pueden hacerse con RAM de última generación ahora mismo. Eso sí, con la llegada de la 13ª generación de Intel y los nuevos Ryzen el año que viene, es de esperar que la demanda crezca en 2022. ¿Podrá la oferta haberse estabilizado para entonces?