No todos los días uno se despierta con una idea tan extraña, singular y absurda como la de una patata antropomórfica al más puro estilo Rambo (cicatriz en la cara incluida). No, ni mucho menos. Pero, ¿y a qué viene esto? Pues para hablar de Brotato, mi más reciente descubrimiento en el mercado de los títulos indies, hay que echar un vistazo al pasado. Más concretamente, a la obra magna del estudio Poncle.
Vampire Survivors dijo ser uno de los juegos de moda allá en su momento y, como viene siendo habitual en este tipo de casos —aunque no podemos decir que haya inventado el género—, han surgido un montón de títulos y estudios con la misma idea general como base. En cierto modo, podríamos decir que Brotato es algo parecido en ese sentido.
Y aunque como suelo decir, las comparaciones son odiosas, es cierto que la mejor forma de entender Brotato —sin irnos por las ramas— es pensar en Vampire Survivors, pero cambiando el eje temático. Tal y como ya habréis podido inferir, aquí el protagonista es una suerte de patata en plan guerrillero que tiene que enfrentarse a una amenaza alienígena mientras se enfunda el traje de los roguelite.
De base, pues, se define como un juego que hace de lo absurdo una religión. Religión que, por cierto, potencia con un apartado gráfico bastante simple, pero eficaz, en donde los enemigos serán casi tan raros como nosotros. Nuestro objetivo será acabar con todos y cada uno de ellos mientras nos armamos hasta con seis armas de manera simultánea.
Brotato viene con ganas de fiesta
Como no podía ser de otra forma, entre esas armas encontramos desde subfusiles automáticos hasta espadas de madera, pasando por shurikens, espadas o pistolas de rayos láser. Aquí la imaginación es el límite y bueno, como bullet hell esta está muy alta. Porque, por supuesto, el género de los bullet hell no nació ni con Vampire Survivors ni con Brotato, pero parece que está viviendo una suerte de segunda edad de oro en donde los estudios indies están siendo los grandes protagonistas del arco.
Dicho esto, y antes de cerrar, no puedo marcharme sin destacar algunas de las cualidades principales de este Brotato (aparte de su absurdo sentido del humor). Entre algunas de las mecánicas que más me han gustado destaco la capacidad de poner y quitar el modo de disparo automático, la personalización de los personajes, la gran cantidad de armas que existen y el sistema de experiencia, siendo este un clásico del género que no me termina de cansar.
Actualmente, el juego —y hasta el 13 de julio— se encuentra de oferta en Steam por 3,99 euros, aunque su precio original es de 4,99 euros. Desde que salió en acceso anticipado, ha acumulado más de 37.000 críticas (96% positivas). Su lanzamiento definitivo se produjo el 23 de junio y ha sido desarrollado por el estudio Blobfish. Si te gusta el género, teniendo en cuenta su precio, es una fantástica oportunidad de hacer el cabra… con una patata.
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